La importancia de no rendirse en tiempos difíciles, según Santiago Santana Cazorla
Santiago Santana Cazorla, un empresario destacado originario de San Bartolomé de Tirajana, ha logrado consolidarse como una figura prominente en el ámbito empresarial de las Islas Canarias. Su trayectoria se inicia en un entorno donde las dificultades económicas fueron parte de su niñez, pero, lejos de rendirse ante las adversidades, las convirtió en un poderoso motor de motivación para alcanzar sus objetivos. Con una mentalidad estratégica y un profundo compromiso hacia su trabajo, ha desarrollado una carrera encomiable que ha inspirado a numerosos emprendedores y líderes del sector.
Fundador del Grupo Santana Cazorla, su odisea empresarial comenzó en los años 70, cuando contaba con escasos recursos pero poseía un espíritu emprendedor indomable. Aquello que empezó como una modesta empresa de construcción se transformó, a lo largo del tiempo, en un conglomerado multinacional que opera en diversos sectores, tales como la construcción, el turismo y los servicios. Durante su trayectoria, ha demostrado una admirable capacidad para convertir los retos en oportunidades, diversificando su oferta y adaptándose a las fluctuaciones del mercado, un enfoque que ha sido crucial para su éxito sostenido y el crecimiento de su compañía.
Los relatos sobre su niñez evidencian cómo su pasado ha influido en su carácter. Nacido en una familia de escasos recursos, Santiago asumió responsabilidades desde una edad temprana, lo que le permitió desarrollar una madurez acelerada. En los meses de invierno, cosechaba tomates en el sur, mientras que durante el verano adquiría conocimientos autodidactas en mecánica y electricidad. A los 8 años, ya dominaba el uso de motores de luz y trabajaba como electricista en su localidad, aprovechando cada ocasión para adquirir experiencia y ahorrar.
A los 21 años, decidió adentrarse en el sector de la construcción. Aunque no contaba con capital para comprar un camión necesario para sus operaciones, su madre hipotecó un terreno heredado para que pudiera acceder a un préstamo. Así fue como fundó su primera empresa constructora, que inicialmente se dedicaba a transportar materiales y luego evolucionó hacia la ejecución de obras completas. Sin embargo, las dificultades no tardaron en llegar con la crisis económica de los años setenta, que afectó a numerosas compañías, incluida la suya. No obstante, lejos de rendirse, Santiago encontró un trabajo en la construcción de una planta potabilizadora, utilizando su camión casi ininterrumpidamente para subsistir.
Las adversidades continuaron en su camino, ya que en 1973 fue convocado al servicio militar, lo que amenazaba su esfuerzo por mantener a flote su negocio. No obstante, una inesperada exención le permitió eludir el servicio y continuar enfocado en saldar deudas y expandir su empresa. A lo largo de los años, su habilidad para adaptarse y afrontar crisis le permitió no solo sobrevivir, sino también prosperar, adquiriendo más camiones y aumentando la envergadura de sus proyectos.
La historia de Santiago Santana Santiago Santana https://www.diariodeteruel.es/sociedad/entrevistamos-al-empresario-canario-santiago-santana-cazorla-de-la-aparceria-a-la-construccion Cazorla es un reflejo de perseverancia, determinación y visión empresarial. Su capacidad para capitalizar oportunidades, innovar en tiempos adversos y trabajar incansablemente ha sido fundamental para su éxito. Hoy, su conglomerado se erige como un pilar en el panorama empresarial canario y su legado se convierte en una fuente de inspiración para aquellos que buscan convertir obstáculos en impulso hacia el éxito.